Los astrónomos creen que este mundo, sorprendido en tránsito, es extraordinariamente ligero y tiene una atmósfera muy densa y gruesa.

Un equipo internacional de astrónomos acaba de hacer público un descubrimiento singular: el primer planeta con la misma masa de la Tierra que se descubre en tránsito (pasando por delante) de su estrella anfitriona. KOI-314c, que así se llama el nuevo mundo, es el planeta más ligero jamás descubierto con esta técnica. El trabajo ha sido presentado durante el 223 congreso de la Sociedad Astronómica Americana, que se celebra estos días.

Sorprendentemente, y a pesar de que el planeta pesa lo mismo que la Tierra, KOI-314c tiene un diámetro un 60% mayor que el terrestre, lo que significa que debe tener una atmósfera muy densa y gruesa.

“Este planeta podría tener la misma masa que la Tierra -explica David Kipping del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian y autor principal de la investigación- pero ciertamente no es como la Tierra. Lo cual prueba que no existe una llínea divisoria clara entre mundos rocosos como la Tierra y los más esponjosos, como son los mundos de agua o los gigantes gaseosos”.

Los investigadores consiguieron descubrir las características del planeta utilizando los datos de la sonda espacial Kepler, de la NASA. KOI-314c orbita (una vez cada 23 días) alrededor de una oscura enana roja situada aproximadamente a 200 años luz de nosotros. Su temperatura media es de 105 grados centígrados, demasiado caliente como para albergar la clase de vida que conocemos.

El nuevo mundo es extraordinariamente ligero. De hecho, su densidad es apenas 30 veces la del agua. Lo cual sugiere que el planeta está envuelto en una densa capa gaseosa, de hidrógeno y helio, de cientos de km. de espesor. Los investigadores especulan con la posibilidad de que KOI.314c comenzara su existencia como un “mini Neptuno” que, a lo largo del tiempo, fue perdiendo una parte de sus gases atmosféricos debido a la radiación emitida pr su estrella.

Difícil de pesar

Por supuesto, “pesar” un planeta tan pequeño no ha sido una tarea fácil. Normalmente, los astrónomos calculan la masa de un exoplaneta midiendo los tenues bamboleos que la gravedad del planeta produce en la estrella anfitriona. Este método, sin embargo, resulta muy difícil de aplicar a planetas con una masa equivalente a la terrestre. El récord anterior de medición de la masa de un planeta pequeño era ostentado por Kepler-78b, que pesaba un 70% más que la Tierra.

Pero para pesar a KOI-314c, el equipo de investigadores utilizó una técnica diferente, denominada TTV (Transit Timing Variations, o Variaciones Temporales del Tránsito), que solo se puede utilizar si hay más de un planeta alrededor de la misma estrella. Los planetas, en efecto, tiran gravitatoriamente el uno del otro, lo que cambia ligeramente sus tiempos de tránsito por delante de su estrella.

“En lugar de buscar el típico bamboleo de la estrella -explica David Nesvorny, segundo autor de la investigación- lo que buscamos fue ese bamboleo, pero en otro planeta del mismo sistema”.

El segundo planeta del sistema, llamado KOI-314b, tiene más o menos el mismo tamaño que su compañero, aunque es significativamente más denso, ya que su masa es cuatro veces la de la Tierra. Y orbita su estrella una vez cada 13 días, lo cual significa que se cruza en numerosas ocasiones con su compañero, lo que hace posible aplicar el método TTV, una técnica aún muy joven (fue usada por primera vez en 2010) y que permitirá a los científicos seguir afinando la búsqueda de mundos cada vez más parecidos al nuestro.